Aprender a gestionar los conflictos entre las personas es vital para el desarrollo de una mentalidad cívica y de una convivencia pacífica.
Los centros educativos están repletos de conflictos entre los individuos que allí confluyen y, algunos de ellos, optan por implantar nuevos métodos de resolución de conflictos, pasando del castigo y la sumisión al diálogo y la reflexión del alumnado, como lo es el programa de mediación entre iguales.
Los conflictos se pueden abordar a partir de dos modelos: a través de una mentalidad de obediencia e imposición, o a través del desarrollo de una convivencia democrática donde prima el consenso y la capacidad colectiva para la formulación de soluciones y donde haya una evolución de métodos de violencia a modelos de diálogo. Dentro del modelo de convivencia democrática, encontramos una herramienta muy popularizada en los últimos años: la mediación entre iguales.
El objetivo del programa es conocer cómo se desarrolla el programa de mediación entre iguales, y cuál es la función de sus actores en él, analizando el proceso que se llevó a cabo y cómo se introducía la figura del alumno mediador dentro del mismo, teniendo en cuenta las voces de las personas involucradas en todo el proceso.
Los resultados avanzan la necesidad de un equipo formado en mediación, además de una concienciación de toda la comunidad educativa, con el fin de poder asentar en el centro una cultura donde el diálogo y la igualdad sean referentes. Así pues,el alumno y el profesor mediador se convierte en una agente de cambio y renovación pedagógica, trabajando de forma colaborativa con la comunidad educativa, para mejorar la convivencia en el centro.
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